domingo, 17 de agosto de 2014

LA CORBATA NUEVA

Me pareció un buen detalle por su parte regalarme una corbata, aunque de sobra sabía que yo nunca había usado ninguna y que, por supuesto, no tengo ni idea de hacerme el nudo. "Por eso precisamente te la he comprado, yo te enseñaré... Deja, deja...". Iba a decirle que los colores que había elegido me gustaban pero súbitamente noté que no podía respirar. Así que justo antes de perder el conocimiento, comprendí dos cosas: Una; que aquella corbata nueva no era un regalo corriente y dos; que no me había perdonado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario